Los Medios y la Realidad de nuestro planeta.

Por Antonio Sowers

El tema que me concierne en este artículo suele presentarse o articularse de un modo abstracto e impersonal y por lo tanto me hice el propósito de enfocarlo aquí desde una visión personal y casi autobiográfica que le de una dimensión bien humana y personal.

 En estos momentos vivo en Miami ya jubilado, pero llevo a cabo una labor voluntaria en el Instituto Jesuita Pedro Arrupe. Me apasiono por la justicia social y llevo estudiando la doctrina social de la Iglesia desde mi juventud en el colegio de Belén, la Agrupación Católica Universitaria, la Universidad de la Florida y el SEPI. Poseo una licenciatura en Administración de Empresas de la Universidad de la Florida y una Maestría en Artes del Instituto Pastoral del Sureste (SEPI), de contenido pastoral e incorporado a la Universidad de Barry.

Mi espíritu se ha fortalecido con las experiencias de estos esfuerzos. Sin embargo, no me hice consciente de la magnitud y las consecuencias del cambio climático, ni que hacer para comprobarlos. Sin embargo, según me he hecho consciente de la situación de nuestro planeta, me sumergí de lleno en el tema, que no son ya noticias lejanas sino la realidad misma de nuestro planeta.

Desde muy joven estuve inclinado a observar el mundo exterior y relacionarme con otras personas y sus medios de vida: el tema socio- económico me inspiraba desde el Colegio de Belén, donde estudie y me gradúe en 1960. Enseñe Catecismo a niños pobres y de geometría a obreros; en estas experiencias conocí un ambiente social muy diferente al de mi hogar y al de los alumnos del colegio.

Comencé a estudiar Ciencias sociales en la Universidad de Villanueva, hasta que el gobierno de Cuba la cerró en 1961. Esto coincidió con la llegada del Castrismo a Cuba en 1959; comprendí que lo que expresaban los gobernantes no coincidía con los derechos humanos, la justicia social y las libertades básicas de todos los cubanos. Las noticias eran propaganda, y mentiras; la realidad no coincidía con lo que decían. La justicia social desapareció por completo y se convirtió el país en un estado totalitario.

Confronté las mentiras de las noticias, consciente de la realidad que estaba viviendo. Tuve que hacer varios discernimientos: ¿me quedaba o me iba de Cuba, con quien podía unirme para hacer algo para la causa de la libertad de Cuba, ¿qué y cómo podía hacerlo? ¡Que difícil fue encontrar la respuesta! La consecuencia de mi decisión fue la persecución por parte del gobierno que culminó en mi encarcelación en Mayo de 1962.

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Quince años después me pusieron en libertad y tuve que contemplar una nueva realidad. Estuve obligado a trabajar y a asistir firmar periódicamente en una estación de policía con pocas posibilidades de reconstruir mi existencia a plenitud. Entendí como estando libre en la calle, con mi familia y casado recientemente, me sentía ciudadano de quinta clase y vigilado a diario, por eso solicitamos salir del país hacia los Estados Unidos. Otra vez tuve que tomar varias decisiones, leía y estudiaba para comprender una nueva cultura y las costumbres de Estados Unidos de América. Comencé a trabajar y a estudiar para mantener nuestra familia y poder vivir mi Fe Católica. 

Leia noticias de un desajuste ecológico preocupante, pero algunos medios de comunicación lo negaban y se burlaban.  ¿Quiénes lo decían y por qué? Los científicos y algunos documentos de la Doctrina Social Católica lo presentaban como un aviso urgente, y los detractores los tildaban de ser mentiras y falsas noticias (noticias falsas). Los científicos narraban sus descubrimientos en sus viajes por todo el mundo, libros, videos, fotos y presentaciones creíbles. Llegué a la conclusión de que existían intereses y conveniencias comerciales detrás de los esos ataques y acusaciones. Descubrí que había un producto, un interés económico central detrás del esfuerzo concentrado por negar o desvirtuar la realidad del cambio climático, ¨el petróleo´´ y sus ganancias financieras. 

Comencé a darme cuenta, viendo el documental del Vice-Presidente Al Gore producido a finales del Siglo XX, mas y mas de la crisis del cambio climático: como los dos polos, el ártico y el antártico comenzaban a perder bloques grandes de hielo, las corrientes marinas subían sus temperaturas por todo el mundo, el gas ozono estaba abriendo agujeros en los polos y los reflejos solares dejaban atravesar los rayos del sol, aumentando el dióxido de carbono CO2, así como el aumento de la temperatura global y la subida del nivel de las aguas por todo el mundo. Aparecían en el documental estas realidades, pero otros me decían que era una cuestión política y fuera de la realidad. No me convencieron, al contrario, me di cuenta de la realidad de los cambios en la naturaleza y la negligencia de muchos seres humanos.

Comencé a estudiar la ciencia de la ecología integral y la relación entre las plantas, los animales y los seres humanos. Los ecólogos manifestaron que había 4 gases de invernaderos que influían en las temperaturas de la Tierra, provocando el calentamiento global:

  1. El CO2 anhidrido carbónico. Tiene un círculo vicioso que afecta la disponibilidad de recursos como el agua potable, la energía y la producción agrícola de las zonas más cálidas y provocará la extinción de la biodiversidad del planeta. Este gas produce efectos fuertes en el mar, la pérdida de las selvas tropicales aumenta la acidez de los océanos y compromete la alimentación del mar.
  2. El gas metano CH4 aumenta con mayor fuerza el anhidrido carbónico y sus consecuencias.
  3. El óxido nitroso N2O que son los componentes químicos que se usan en los abonos que se riegan en la tierra para la agricultura.
  4. El cloro floro carbono CFC, que se controlado bastante, son compuestos químicos industriales que reducían la capa de ozono en la atmosfera.
  5. Tenemos que incluir el vapor de agua H2O, pues aumenta las precipitaciones en ciertas regiones y por otro lado aparecen nuevas zonas sin lluvias en el mundo.  

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He encontrado mucha información en el libro How to Avoid a Climate Disaster (Como Evitar un Desastre Climático) de Bill Gates. Cincuenta y un billones de toneladas de gases de invernaderos se añaden a la atmosfera de la tierra todos los años - dato del 2020 y publicado en el 2021. 

Nuestras fuentes de energía renovable son el sol y los vientos. Solo cubre el 27 % del total da la energía que se necesita. El C02, dióxido de carbono, se ha incrementado desde 1850 hasta 2018. Miremos la proporción de gas elevado por gases de invernaderos, en su uso anual:  cemento, acero y plástico 31 %, electricidad 27 %, plantas y animales 19%, aeroplanos, camiones y transportación 16 % y calefacción, aire acondicionados y refrigeradores 7 %, del total de los 51 billones de toneladas de gases de invernaderos. 

¿Qué nos dice la Doctrina Social de la Iglesia en una síntesis para todos, segunda edición ampliada, julio de 2013? “La ecología es una palabra que viene del griego antiguo (Oikos, casa y logos, ciencia) y se refiere al estudio del ambiente o hábitat en el que vivimos. La actualidad de esta ciencia se debe a que hoy conocemos que estamos destruyendo los diferentes ecosistemas de la tierra, como consecuencia de la devastación y de los elementos contaminantes que derramamos sobre ella. La alarma sonó hace tres décadas, cuando se descubrió que estaba creciendo peligrosamente la población mundial, el consumo de materias primas y la contaminación de la naturaleza.” (Capitulo XII – Nuevos Problemas Sociales).

“El hombre ha descubierto los terribles peligros que implican la desforestación creciente del planeta, la contaminación atmosférica, el achicamiento de las capas de ozone, los residuos industriales y en especial nucleares. Preocupa también la extinción de la biodiversidad: cada especie vegetal o animal que desaparece nos priva de enormes posibilidades para el futuro. Hoy, dos mil millones de personas sufren escasez permanente de agua potable, en condiciones sanitarias que provocan el 80% de las enfermedades.”  (Capitulo XII – Nuevos Problemas Sociales).

 El 24 de mayo 2015, el Papa Francisco publica la Carta Encíclica ´´Laudato Si´´, sobre el cuidado de la casa común; en esta cita a Benedicto XVI en su encíclica Caridad en la Verdad:  El papa Benedicto nos propuso reconocer que el ambiente natural esta lleno de heridas producidas por nuestro comportamiento irresponsable. También cita a San Pablo VI  al Papa San Pablo VI quien en Octogesima adveniens se refirió a la problemática ecológica. Refiriéndose a San Juan Pablo II dice que nos llamó a una conversión ecológica global.  Introducción de Laudato Si.

Mientras escribo estas líneas escucho en las noticias la tragedia en Alemania y países adyacentes debido a las lluvias torrenciales en Europa debido al cambio climático; los fuegos en California, la situación del mar elevándose y entrando en la costa… tantos y tantos ejemplos de las consecuencias del cambio climático.

En el estudio del Instituto Jesuita Pedro Arrupe sobre el calentamiento global, llegamos a la conclusión de que hace falta una conversión ecológica, que implica asumir las consecuencias de encontrarnos con Jesucristo en las relaciones con el mundo que nos rodea. Vivir la vocación de ser protectores de la obra de Dios es parte esencial de una existencia virtuosa, no consiste en algo opcional ni en un aspecto secundario de la experiencia cristiana.  La crisis ecológica es un llamado a una profunda conversión interior. A problemas sociales se responde con redes comunitarias, no con la mera suma de bienes individuales. La conversión ecológica requiere un dinamismo de cambio duradero y es también una conversión comunitaria. 

Cerrando en una nota positiva, hay muchas organizaciones e individuos ayudando en el esfuerzo de restauración del planeta: tales como el Cimate Covenant Catholic, Sierra Club, Greenpeace, el Movimiento Católico Climático y muchos otros; Bill Gates esta comprometido con esta causa y ha donado billones de dólares a varias áreas necesitadas. Sin embargo, no es suficiente. Se necesita el compromiso y el trabajo de todos y cada uno de nosotros para cuidar este maravilloso regalo de Dios que es nuestro planeta. Les invitamos a decir que si y comprometernos a cuidar nuestra casa común. El Instituto Jesuita Pedro Arrupe tiene un sitio web: http://www.IJPA.US donde encontrarán en la etiqueta “Conversión Ecológica” recursos, orientación y guía sobre este tema tan importante para todos. 

* Antonio Sowers, MA en Teología Pastoral, Barry University. En Cuba, profesor de Geometría en la ENOB (Escuela Nocturna obrera Belén). Profesor durante el Presidio Político de aritmética, lenguaje, economía, catecismo, Presidente de la Comunidad Católica en el edificio 5 de la Prisión Política de Isla de Pinos y colaborador con el Franciscano Miguel A Loredo en el desarrollo de la Comunidad Católica. Asesor de grupo de Jóvenes en la Iglesia de San Agustín, Habana (1977)— En Estados Unidos, Ministro de la Eucaristía; fundador de grupos bíblicos en español en Jacksonville. FL. (1979 -1982); Ministro Eucarístico con visita a hospitales. Clases de Biblia, asesor de grupos hispanos universitarios en la Universidad de la Florida, Gainesville con clases, retiros y ministro de la Eucaristía (1983-1988).  Representante por Gainesville al Encuentro Nacional del Ministerio Hispano de los Estados Unidos en Washington, DC. 1985; Desarrollo del Sepi Book Service y miembro del Equipo SEPI.  Estudio del Plan Nacional del Ministerio Hispano en los Estados Unidos y presentación del mismo en el Sureste de Estados Unidos. Viajes por distintos estados y ciudades llevando la evangelización con el carácter Misionero de la Institución. Promover materiales en tres niveles, básico, intermedio y universitario. Estudio de los documentos realizados por Roma, la Conferencia de Obispos de EUA y CELAM. Propiciar libros, videos y música que eleven el nivel educacional de Católicos en el Sureste de los Estados Unidos y en toda la nación.