Una vida digna en todas sus etapas es un derecho de todo ser humano: creatura divina, cada cual único y a la vez iguales todos en dignidad, destinado a desarrollarse de forma integral en sus dimensiones espiritual, material e intelectual, en libertad; individuo, pero con vocación social, solidario con todos los «otros», corresponsables del cuidado de la naturaleza y del bien común. La dignidad de la persona humana es el tema principal de esta edición de nuestra revista, abordándolo desde diferentes perspectivas y según las enseñanzas de la Doctrina Social de la Iglesia.
Hay muchos obstáculos en el mundo de hoy que impiden o dificultan el disfrute de una vida digna, evidentes en situaciones de irrespeto a la vida misma -aborto, violencia armada, pena de muerte, suicidio, eutanasia- así como por las condiciones de miseria en que viven grandes sectores de la población: mal alimentados; sin vivienda adecuada; sin acceso a la educación ni al trabajo: sin atención médica ni espiritual; discriminados por diversos motivos; aislados por condiciones especiales físicas, mentales o jurídicas, o por vejez; víctimas de varias formas de violencia u opresión; desplazados o migrantes debido a persecuciones, guerras, pandemias, desastres naturales o por los efectos del cambio climático; es decir, condiciones propias de las «periferias».
Consideramos que, en general, la pastoral de la Iglesia y la formación católica han abordado en forma limitada este tema dentro del mandato amplio de «amar al prójimo», centrándose en la defensa de la vida de los por nacer y en la atención a las necesidades inmediatas de los más pobres a través de grupos pro-vida y organizaciones como CARITAS. Pero en la mayoría de los casos no parece haberse puesto suficiente énfasis en otras prácticas de las tradicionales «obras de misericordia» y en la promoción de la dignidad humana.
Una Iglesia «en salida», que propone una «nueva evangelización» tendría que tomar iniciativas y promover que sus feligreses se involucren en actividades tales como: visitar a los enfermos, los presos; la defensa de los discriminados por diversas causas o de los que tienen condiciones especiales; la atención a los ancianos, los huérfanos, los desplazados, los migrantes; la ayuda a los alcohólicos y narco dependientes; la creación de fuentes de trabajo y la defensa de condiciones justas en el ámbito laboral; facilitar vivienda, educación y atención médica asequibles a los de escasos recursos; la protección de la creación frente a su maltrato y explotación depredadora, entre otras. ¿Cuántas veces hemos escuchado hablar y/o exhortarnos a actuar sobre esos temas en las homilías dominicales, en las catequesis o en los cursos de formación en nuestras parroquias?
Frente a esa realidad, exponemos algunas experiencias asistenciales y/o de promoción que implican un compromiso personal y que hacen posible reconocer la dignidad propia y la de los demás. Al exponer esos casos, nos guía la convicción de que más allá de las ayudas puntuales por parte de la sociedad civil, de entes gubernamentales o religiosos -necesarias en ocasiones de emergencia- se requiere «el esfuerzo dirigido a organizar y estructurar la sociedad», de modo que se den las oportunidades necesarias para el desarrollo integral de todos los hombres y se eviten en forma sostenida las condiciones que actualmente generan aquellas situaciones que atentan contra la dignidad de «un inmenso número de personas y hasta de pueblos enteros... una verdadera y propia cuestión social mundial» (1).
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«La dignidad de la imagen: una aproximación» es el título del ensayo de Sixto García que trata de los fundamentos de la dignidad humana a través de una «antropología teológica» basada en textos bíblicos, tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo Testamento, y de una «cristología trascendental», complementadas con «el sentir de la Iglesia», según textos del concilio Vaticano II y del papa Francisco.
Basándonos en y actualizando la ponencia presentada por Siro del Castillo en la «1ra Semana Social Católica de Miami-Dade» el 13 de octubre de 2010, en el artículo «La Doctrina Social de la Iglesia y los Derechos Humanos» se relaciona la Declaración Universal de Derechos Humanos con los principios fundamentales de toda la enseñanza social de la Iglesia, la dignidad humana sobresaliendo entre ellos, que, por lo tanto, constituye la base de dichos derechos. En este artículo hacemos un recuento del desarrollo de esos principios a través de las encíclicas papales desde el papa León XIII hasta el presente y documentos del concilio Vaticano II.
Bajo el título Respecting Human Dignity from the Beginning, Elena Muller García cubre varios aspectos de la dignidad de los por-nacer con abundantes referencias a los diversos movimientos a favor o en contra del aborto, sus argumentos, el verdadero alcance legal de la Dobbs Decision, citas del papa Francisco sobre el tema -incluyendo la eutanasia y la pena de muerte-, la actitud empática de la Iglesia hacia las mujeres embarazadas y de auxilio a las que hayan optado por abortar, la necesidad del apoyo oficial a la mujer y la familia, así como algunos comentarios y enlaces sobre la planificación familiar natural.
En un inspirado e inspirador ensayo, María Teresa Morgan aborda la dignidad de los ancianos, particularmente de aquellos necesitados de atención por sus limitaciones físicas y/o mentales, las decisiones que eso exige en el ámbito familiar, las dificultades y peligros que encuentran en una «sociedad de descarte»; testimonio de su experiencia personal, contiene múltiples referencias a textos bíblicos y documentos papales, bajo el título «Worth More than Many Sparrows (Matthew 10:31) - A Reflection on Caregiving and the Dignity of the Elderly».
«Eutanasia» es el título del artículo de Emily Cappello sobre el controvertido tema de la «muerte asistida»: su verdadero significado, su actual aceptación legal en varios países y estados de los EE. UU. vs. su rechazo por parte de distintas instituciones, para finalmente argumentar a favor de una digna muerte natural.
En nuestra sección «De otras fuentes» reproducimos un artículo de Justin Glyn, publicado por La Civiltá Cattolica el 9 de diciembre, 2022, donde narra su experiencia personal como «Discapacitado», con referencia a la manera en que la sociedad tiende a subvalorar a estas personas, desestimando su potencial desarrollo humano, y a no tomar en cuenta sus necesidades especiales.
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Continuando la reflexión sobre la encíclica Laudato si’, Antonio Sowers, con el título «El evangelio de la creación: Cristo, principio y fin, de la Casa Común», se refiere ahora a su segundo capítulo que, con abundantes referencias bíblicas, desarrolla las ideas centrales acerca del mandato bíblico de dominar la tierra, herencia común, cuyos frutos deben beneficiar a todos los seres humanos por igual, y que la comprensión cristiana del destino de toda la creación pasa por el misterio de Cristo, presente desde el origen de todas las cosas.
El «Cooperativismo» constituye una fuerza económica que extiende sus beneficios a sectores populares creando oportunidades de desarrollo social y económico, respetando el medioambiente y valorando las capacidades y la dignidad de sus participantes. Este artículo presenta un ejemplo novedoso y exitoso de cooperativismo en Venezuela, CECOSESOLA.
Eduardo Azcárate nos habla sobre los orígenes y logros de «Puente de Amistad», organización de la que fue cofundador, dirigidos al apoyo material y espiritual de uno de los sectores más vulnerables de la población cubana, contribuyendo así a su posibilidad de llevar una vida digna.
« El Proyecto de Ley H.R.3599 (Ley de Dignidad)» sobre las políticas de inmigración del país presentado por la representante federal María Elvira Salazar en la Cámara Baja del Congreso de los EE. UU. el 23 de mayo de este año es comentado por Siro del Castillo, quien destaca algunos de sus aspectos, unos positivos y preocupantes otros, y relata cómo contó con el apoyo inicial de un pequeño número de copatrocinadores de ambos partidos pero que ha quedado estancado por varios motivos. Seguido de sus comentarios, podrán encontrar un «Sumario del Proyecto de Ley» elaborado por el National Immigration Forum, detallando los apartes del extenso documento que está disponible en la siguiente dirección de internet: https://salazar.house.gov/dignity-act.
Nuestra sección «Documentos» recoge, en vísperas de la Asamblea Sinodal a celebrarse el próximo mes de octubre, el Documento de Trabajo que utilizarán sus participantes, «Instrumentum Laboris XVI Ordinary General Assembly of the Synod of Bishops for the First Session (October 2023)», y la declaración «Who participates in the Ordinary General Assembly of the Synod of Bishops?» (¿Quiénes participan en la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de Obispos?) que establece la participación con derecho a voto de representantes de las órdenes religiosas y del laicado, ambos elaborados por el Secretariado General del Sínodo.
La reciente aprobación por la Conference of Catholic Bishops (USCCB) del National Plan for Hispanic/Latino Ministry da pie al artículo titulado «U.S. Hispanic/Latino Catholics - Protagonists in an Emerging Synodal Church», en el que Ellie Hidalgo trata el protagonismo de la población hispano/latina de los EE. UU. en el proceso sinodal y el futuro de la Iglesia, sus peculiaridades y algunos de sus aportes y retos -como la nueva visión de los roles ministeriales-, tal como lo plantea el Instrumentum Laboris para la Asamblea Sinodal del próximo octubre.
Dado que el 8 de septiembre se celebra la fiesta de la Nuestra Señora de la Caridad de El Cobre, Patrona de Cuba, Emilio Cueto, en un artículo titulado «La más universal de las cubanas», nos lleva por el mundo siguiendo las huellas de nuestra «Cachita» en su peregrinar acompañando a los cubanos con múltiples y variadas imágenes por dondequiera que estemos.
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Finalmente, conforme a la máxima martiana «Honrar, honra», queremos unir nuestro homenaje al de los merecidos honores concedidos recientemente a varios de nuestros colaboradores:
Sixto García, Editor Emérito y asiduo colaborador de El Ignaciano, recibió el pasado junio el «Virgilio Elizondo Award», concedido anualmente por la Academy of Catholic Hispanic Theologians of the United States (ACHTUS) en reconocimiento a sus significativas y eruditas contribuciones a las ciencias teológicas y «por toda una vida de servicio a ACHTUS y a su misión de nutrir la teología desde el corazón de la gente, tutorando a sus colegas con un espíritu inquebrantable».
El Centro Cultural Cubano de Nueva York le entregó a Emilio Cueto el premio «El Titán», «en honor a su invaluable aporte al rescate y difusión del patrimonio cultural cubano», en ceremonia celebrada el pasado junio en esa ciudad.
En ocasión de la celebración de la fiesta de san Ignacio de Loyola el pasado julio, el Centro de Espiritualidad Ignaciana le otorgó a Antonio Sowers un «Certificado de Agradecimiento», «por su gran aportación en el cuidado del planeta» siguiendo las enseñanzas de la encíclica Laudato si.
¡Felicitaciones!
(1) Pontificio Consejo «Justicia y Paz» (por encargo del papa Juan Pablo II), Compendio de la doctrina social de la Iglesia; edición de la Conferencia Episcopal Venezolana, Caracas, 2006, p. 135.