Gerardo Falero
Unos clavos
un martillo
una mesa de labor
un madero
un suspiro
una gota de sudor
una frente ya estrujada
por tanta preocupación
una sonrisa callada
de un callado corazón.
Unas manos que se ampollan
con el duro trabajar
un camino
unas horas
una cumbre que escalar
una esposa
un buen hijo
el latilo del amor
unas manos atareadas
que se mojan bajo el sol,
que se juntan
en la sombra
de una probre habitación...
Una lágrima que rueda
en la quieta oscuridad
unos párpados caídos
una dulce y suave paz,
unos labios, ya dormidos,
que comienzan a temblar,
un dormido corazón
que acelera el palpitar
La alegría de soñar
con un sueño
de dolor:
Unos clavos
un martillo
una cumbre sin verdor.
Un madero
un suspiro
una gota de sudor
otra gota
fresca...Roja...
Tras la noche
viene el día
y con él
un nuevo sol
y unos clavos
y un martillo
y una mesa de labor
un madero
un suspiro
un renovado sudar
y unas horas
y un camino
y una cumbre que escalar
y unas horas, y un camino,
y una cumbre
que escalar...