Los hechos en la ciudad de Parkland el pasado 14 de Febrero, nos obligan, una vez más, a hacernos la pregunta: “¿Se le puede poner un precio a la vida de un ser humano inocente?” Nos parece obvio que la respuesta es un no enfático. Surgen entonces otras preguntas: “¿Son necesarias armas semi-automáticas de origen militar, es decir, el AR-15 y el AK-47, para el disfrute de la poblacion civil? ¿Son necesarios los aditamentos que convierten estos rifles en ametralladoras?” Estas preguntas no conllevan ni un carácter partidista, ni un carácter político Pero sí son preguntas que cuestionan lo humano en cada uno de nosotros.
Los jóvenes estudiantes del high school de Parkland no ponen en duda la sabiduría en la Segunda Enmienda de la Constitución; no dudan del derecho del ciudadano a comprar armas de fuego. Sin embargo, si exigen que se eliminen del mercado estos rifles con características militares y las piezas que los convierten en rifles de tiro automático. Es necesario que los legisladores estatales y federales consideren seriamente la petición. ¿Podrán hacerlo? No será fácil porque en los legisladores hay grandes intereses creados. Es decir, ¡corre mucho dinero!
Un joven del high school en Parkland victimado le preguntó al senador de la Florida Marco Rubio, hombre inteligente, si estaba dispuesto a decirle no a la contribución que le hace a su campaña política el “National Rifle Association”? El senador evadió la pregunta y no dio una respuesta concreta.
La cuestión no es complicada si se confronta con dignidad. Si un legislador pone por delante la contribución monetaria para sus campañas políticas, es decir, para su re-elección; si su “puesto” político es lo más importante aunque esto conlleve poner en peligro la vida de las personas en su distrito o estado, entonces los millones de dólares que contribuye el N.R.A. son esenciales y las vidas de seres humanos, no lo son. Y entonces, seguirán los titubeos, los “quizás” y los “a lo mejor”. Y continuarán los ataques utilizando el AR-15 con su secuela de sangre y horror.
Los estudiantes de Marjorie Stoneman Douglas High School piden algo muy concreto y muy inteligente: no más rifles de guerra en manos de la población civil; es solo una pequeña limitación al derecho de comprar armas de fuego. ¡Seamos Cristianos! ¡Seamos seres humanos! ¡Hagámonos partícipes de los deseos de esos estudiantes de Parkland que han padecido el holocausto del 14 de Febrero! Les ha tocado vivir muy de cerca lo que pocos hemos conocido: el terror, el miedo que paraliza, el presenciar el desangre de un ser humano. No dejemos que sus palabras y sus deseos se conviertan en ecos disonantes. Sus vidas y esfuerzos reflejan lealtad a los caídos, sabiduría y dignidad. Que nuestro apoyo refleje nuestro deseo de honrar sus ejemplos.